... hace ya 25 años.
Y hace sólo dos que el Museo de Radiotransmisión Inocencio Bocanegra,
situado en nuestra localidad, abrió sus puertas una vez más al público buscando ser un referente
museístico de temática bélica y radio transmisión.
Se ha querido aprovechar este 25 aniversario de la caida del muro de Berlín
para mostrar una curiosa exposición de trajes de las fuerzas armadas alemanas y
la policía de la República Democrática
Alemana (RDA) , además de otros objetos de interés, cedidos para la muestra por
el coleccionista riojano Carlos Rubio.
Para los que tenemos simpatía por la historia contemporánea siempre nos es
grato volver a este museo. Poco a poco se va ampliando el material a mostrar y
se mejora la ambientación, aplicando fórmulas imaginativas para que sea atractivo
teniendo en cuenta el limitado espacio del que se dispone y partiendo de que el
museo no es de nueva construcción, sino un silo de cereal de la época
dictatorial española en una capital de comarca de una zona rural del país.
Un improvisado muro separa la parte “comunista” del pueblo
de la Potsdamer Platz
y su Checkpoint Charlie, donde nos apunta el coloso M-60 Patton, una mole de 94
toneladas restaurada recientemente y que por primera vez se presentaba al
público.
Personalmente me gustó que se haya tapado el feo muro de hormigón que separaba el exterior de la trinchera y se tapase con fotos de comercios de la época y esta fotografía a gran escala que ayuda a dar profundidad al escaso muro recreado.
La exposición está compuesta por distintos uniformes entre ellos los de “Bepo” Volkspolizei Bereitschaften, Blumentarn, Kampfgruppen der Arbeiterklasse, Piloto de Transportpolizei, Sargento de la Stasi, Strichtarn, Transportpolizei, Volkspolizei, Traje NBQ SBA2 ( de defensa química) y Sargento de transmisiones.
Se pudieron ver un teléfono de campaña FF63M, condecoraciones y premios militares y de enseñanza, gorras de la DDR, bayonetas de la NVA, y distintos objetos como brújula de campaña, cámara de fotos Pratika, guantes, linterna de dotación…y el material acostumbrado y expuesto de forma permanente en le museo, aunque en esta ocasión su mayor atractivo, la trinchera, no se abrió al público.
Como siempre, en Revista Verdeancho os ofrecemos todos los saraos de la forma más gráfica posible, y esta vez no iba a ser menos.
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